Nuestra Historia

Tenías apenas cuatro años y Torremolinos era un pueblo pesquero que empezaba a transformarse con el turismo. Me pasaba tardes enteras observando a los albañiles en la obra. Ver crecer aquellas torres de apartamentos me fascinaba. ¿Cómo era posible que esas moles de ladrillo no se hundieran bajo el peso de la gente? Al final, esa curiosidad se convirtió en mi oficio.

Durante años he liderado proyectos de éxito en el mundo de la construcción, creando espacios que respiran vida y aportan valor a mi ciudad: Málaga. Imagino que levantar un proyecto desde el papel es como edificar. Buenos cimientos y unos materiales sólidos pueden hacer un hogar para toda la vida, como las buenas películas. Las que veía con mi madre en el cine Zayla, un lugar mágico donde mi abuelo Pepe trabajaba de acomodador.

Aquellas historias en la pantalla me ayudaron a conocer otros mundos y entender mejor el mío. Relatos que me hacían pensar, que mostraban que mi vida podía cambiar y me hacían preguntarme quién era yo. Historias con alma que dejaban un buen sabor de boca, aunque a veces incomodaran, como debe hacer el arte.

Puede que suene ingenuo pero siento que a través del cine es posible crear un mundo mejor. Por eso estoy aquí. Soy Isabel Soto y esto es La última Sensación, un espacio donde las historias con corazón tienen su hogar.